¿Las bebidas energéticas son saludables?

Las bebidas energéticas son tan populares en la actualidad que cada día son consumidas más y más por todo tipo de personas.

Lo que anteriormente era usado solo por deportistas de alto rendimiento o personas que por sus trabajos o hobbies necesitan mantener su energía al tope, ahora es consumido por todo aquel que considera que necesita un extra de energía para alguna actividad determinada.

Una mala noche – solución – una bebida energética. Te atrasaste con el trabajo y necesitas permanecer despierto toda la noche – solución – una bebida energética. Tienes que manejar por un largo tiempo y no pudiste descansar bien – solución – una bebida energética. Y así podríamos seguir poniendo muchos ejemplos más.

Quizás sea el efecto producido por la gran movida publicitaria que tienen estos productos. Por los grandes personajes que respaldan estas marcas y promueven su uso. O simplemente por su efectividad, porque quizás, pueda culparse a las bebidas energéticas de muchas cosas, pero, funcionan.

La cuestión es que hay después de la popularidad, la publicidad y la efectividad. Este producto ingresa al organismo y tiene algún efecto internamente. La pregunta del millón es ¿Son saludables?

¿Son saludables las bebidas energéticas?

Para poder resolver esta pregunta tenemos que empezar por hablar de sus ingredientes. Lo primero que debes saber es que existen diferentes tipos de bebidas energéticas. Hay un grupo de ellas que tienen un alto contenido de azúcares, cafeína o algunos estimulantes como la yerba mate o el guaraná. Y otro grupo que tiene minerales y electrolitos.

El primer grupo tiene como función principal estimular, te hace estar más alerta y potencializa tus reflejos. El segundo grupo, por su parte, intenta recuperar tu cuerpo después de haber perdido sus sales naturales por medio del sudor.

Suelen ser utilizados en diferentes momentos, el primer grupo previo a la actividad y el segundo posterior a ella. Uno para estimular, el otro para recuperar.

Podríamos tratar apocalípticamente las bebidas energéticas y decir determinantemente que lo mejor que puedes hacer es alejarte totalmente de ellas, y quizás, sería una decisión inteligente. Probar maneras un poco más saludables para recuperar tu energía o para tener un extra de ella.

Pero la realidad es que dependiendo tu estilo de vida y el uso que le des a este tipo de bebidas podrás consumirlas sin tener ningún tipo de problema considerable (aunque sea en la actualidad no ha podido comprobarse un efecto catastrófico de las bebidas energéticas en el organismo humano, ni a corto, ni a mediano y mucho menos a largo plazo).

Lo que si debes tener en cuenta es la forma de consumo de estas bebidas. El uso particular que des de ellas demostrará si son saludables o no para tu organismo.

¿Formas saludables para consumir bebidas energéticas?

Lo primero que debes tener en cuenta es que NO son un refresco. NO son un acompañante para tus comidas o un elemento para quitar tu sed cotidiana. Lo segundo es que los extremos son malos y esta frase aplica también para las bebidas energéticas. Sus componentes son útiles en momentos específicos de la vida pero no son necesarios y en altas cantidades son perjudiciales para tu salud.

Así que, elige los momentos y las situaciones precisas para consumirlas. Recuerda que su función es darle energía extra a tu cuerpo o recuperar la que acaba de perder por una actividad agotante. Si solo vas a estar sentado viendo netflix será mejor que optes por consumir cualquier otra cosa.

Son un complemento. No le suministran a tu cuerpo ni las proteínas, ni los minerales que obtendrás de la comida. Si te cogió la tarde y no alcanzaste a comer evita consumir una bebida energética para salvar la tarde. El efecto de esta estará trastornado por la falta de alimentos en tu organismo y puede ocasionarte inconvenientes (taquicardia, gastritis o algo parecido)

Uno de los puntos más importante respecto a las bebidas energéticas es que su consumo en exceso e inadecuado es perjudicial para tu salud. Si pones atención, regulas su consumo y haces un pequeño análisis definiendo si realmente será útil y necesaria en una situación o en otra, estarás tratando con mayor cuidado y amor tu propio organismo. Recuerda cuidarte.



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